La industria solar chilena está en pleno desarrollo y al igual que en el resto del mundo su crecimiento será exponencial.  

 

¿Sabías que a finales del año 2018 nuestro país contaba con 2427 MW fotovoltaicos en operación? En octubre de 2015 el Ministerio de Energía entregó su “hoja de ruta” y en ella estableció como meta que al año 2050 el 70 % de la energía nacional debe provenir de energías renovables, como la solar. 

 

La energía solar en Chile tiene la capacidad de producir el total de la electricidad usada en el país, lo que nos posicionaría como uno de los líderes en el mundo en la utilización de este tipo de energía.

 

En este contexto, la CISF representa una herramienta diferenciadora, en un mercado laboral en desarrollo.

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La acreditación consiste en un examen teórico y práctico para medir las habilidades y competencias técnicas de los instaladores. Esta acreditación permite que puedas demostrar al mercado (empresas, empleadores, clientes) tus verdaderas capacidades y competencias técnicas en la energía solar fotovoltaica.

 

Es una herramienta necesaria para desarrollarse en un mercado fotovoltaico cada vez más competitivo.